2+2 = 5

Siempre digo que no existe un solo “yo” sino muchas versiones de este, pero si me obligasen a escoger un momento de mi vida que me definiese, sin duda sería el verano de 2008. Pues si de algo me sirvió esa experiencia (a parte de para perder totalmente la cabeza), fue para conocerme a fondo y saber hasta donde puedo llegar con mi instinto. Mis límites, o la ausencia de ellos, me sorprendieron. 

Acababa de cumplir 21 años, y junto con mi mejor amigo me fui rumbo a una aventura de la que solo sabía las fechas y lugar de ida y vuelta.
El sueldo de todo un mes de un trabajo mal pagado, dos meses y medio por delante y ganas de comerme el mundo. Todo lo que necesitaba.
Y a Kerouac de guía, por supuesto.
Muchos me dijeron que estaba “loca” por irme tan lejos sin un plan y echarme a la carretera.
Más de uno envidió mis anécdotas al volver.
Y por eso digo con toda seguridad que para poder ganar, hay que apostar.
Una idea que me quedo bien grabada: busca la verdad en tus propias experiencias. El único modo de vivir es arriesgándote, aunque solo sea de vez en cuando, aunque solo sea un poco. Y no dejes que los demás te quiten las ganas de hacer algo atrevido metiéndote miedo.
Esa idea se hizo tan importante para mí, que me aseguré de no olvidarla nunca tatuándola en mi piel antes de volver.
***
A razón de la construcción de mi página web, volví a escanear todos los negativos del viaje y de paso encontré uno que había quedado a medias, con algunas fotos que ni había visto. He aprovechado para subir más o menos ordenadamente en entradas antiguas el resto de las fotos, intentado seleccionar al máximo, porque había gran cantidad de fotos que nunca había mostrado.
Estas son algunas de las fotos que había en el carrete que no acabé de ampliar. Si no me equivoco todas fueron hechas en San Francisco.

 

 

 

 

 

 

Puede que algún día deje de comparar todas mis experiencias con esta.

3 thoughts on “2+2 = 5

  • Desde luego hay que arriesgarse, sobre todo como en mi caso si eres una persona miedosa, en estos casos sin riesgo no hay movimiento.
    Kerouac es una buena inspiración para arrancar un viaje hacia el abismo, quiero decir, hacia los lugares secretos y a veces insondables de nuestra alma. Grandes viajes hacia fuera para viajar hacia dentro.
    Preciosas fotos!

Leave a Reply